Dudas en la traducción

junio 27, 2012 § Deja un comentario

Todos hemos dudado en la vida. Muchas veces no sabemos qué estudiar, qué
hacer con nuestra vida o decisiones más banales como por ejemplo qué ponernos
para un fin de semana o qué cocinarnos para cenar. Éste es el primer tipo de
duda.

Pero hay un segundo en el que a veces la duda nos puede saltar por otra
banda. Cuando no tenemos clara la exactitud de una información. Esa duda a
veces puede conducir a consecuencias imprevisibles. No recordamos perfectamente
el cumpleaños de nuestra pareja y ésta se puede llevar un buen berrinche. No
tenemos claro a qué hora hemos quedado con un amigo y lo dejamos plantado por
culpa de este resbalón de la memoria. ¡Ay!

Y luego llega el traductor inglés-español o a la inversa y es cuando se
le va resolviendo una duda. Que en inglés existen dos verbos diferentes según
al tipo de duda al que nos refiramos. Para referirnos a esa parálisis
momentánea que nos entra cuando no sabemos qué decisión tomar (¿estudio o
trabajo?, ¿sigo con mi pareja o le doy puerta?, ¿doy o no el paso?), en inglés
se emplea el verbo to hesitate.

She hesitated and said, «I’m not sure».

En cambio, cuando no recordamos un dato con exactitud (¿cuántos años
tenía mi abuela, 80 u 81?, ¿la capital de Bolivia era La Paz o Sucre?) el verbo
que debe usarse es to doubt

I doubt if I will able to pass my exam.

Para cada verbo existe también un sustantivo: doubt y hesitation.
No lo dudéis.

Llorenç Garcia

Semana Santa Pagana

abril 7, 2012 § Deja un comentario

semana santa en la traducción

Qué delicia este breve paréntesis festivo en todo el pico de la primavera. Formando un formidable bloque junto al fin de semana que hace gozar tanto a creyentes como agnósticos o ateos. Todavía es mucha la gente que se pregunta por qué cada año cae en una semana diferente, y la razón es muy sencilla. El antiguo calendario judío era lunar y no solar como el nuestro. Reza en la Biblia que Jesucristo murió en Plenilunio, por eso (y tras mucho debate) se estableció definitivamente que la Semana Santa había de ocurrir justamente tras la primera Luna llena de primavera.

En inglés, la Semana Santa se traduce oficialmente como Holy Week (‘Semana Sagrada’), si bien el nombre con que se conoce popularmente es Easter, que realmente es el Domingo de Resurrección. La designación de Easter tiene relación con una deidad pagana llamada Ēostre. Era una divininidad germánica que tenía un mes consagrado con festividades justamente cuando la primavera brillaba en su pleno apogeo. Ēostre también se considera una entidad espiritual que desciende de otra anterior indoeuropea que era la diosa del amanecer. Por eso mismo, el punto cardinal que coincide con la salida del Sol en inglés es East (nacido del protoindoeuropeo *aus-, ‘brillar’). De este East, viene el nombre castellano del punto cardinal Este.

¿Verdad que no dejan de sorprender los vericuetos que llegan a dar las palabras con el tiempo?

Llorenç Garcia

Nombres (in)traducibles

marzo 24, 2012 § Deja un comentario

Jules Verne

Hoy en día a nadie se le ocurriría denominar a Michael Jackson como Miguel Jackson, o John Travolta como Juan Travolta. Pero no siempre ha sido así y en español todavía conocemos al emblemático escritor de aventuras francés como Julio Verne y no como Jules Verne. La razón puede aducirse en el poco dominio de los idiomas extranjeros que había en la Antigüedad. Siempre era mejor adaptar los nombres al idioma para poder familiarizarse con ellos y ponerlos más fácilmente en boca de todos. Cuánto más atrás nos vamos en el tiempo, más intensa es esta tendencia. Así por ejemplo todos conocemos nombres de personajes históricos como Iulius Caesar como Julio César, o Christoforo Colombo como Cristóbal Colón.

En la actualidad, esta tendencia a traducir nombres se considera completamente inapropiada ya que en nuestra mentalidad se parte de la idea de que un nombre propio es un concepto intraducible. Un Pierre de Francia continúa llamándose Pierre aunque se desplace a Italia, España o Brasil. La única excepción remanente a esta corriente dominante persiste en los nombres de los papas (el actual es Benedicto XVI) y miembros de la monarquía (decimos el rey Gustavo de Suecia -y no Gustav-). Fijaos, si no, como la archiconocida Kate Middleton pasó a llamarse la princesa Catalina por gran parte de la prensa (aunque nadie se ha atrevido de momento a españolizar el nombre de nuestra princesa Letizia -con ortografía italiana- a Leticia).

Llorenç Garcia

El día de la mujer

marzo 8, 2012 § 2 comentarios

Pues sí, hoy 8 de marzo es el día de la mujer, conocido originalmente como día de la mujer trabajadora. La versión más extendida del origen de esta celebración es cuando en esta fecha del año 1908 murieron calcinadas 146 mujeres calcinadas cuando se encerraron en su empresa textil al protestar por el salario. El patrón, decidió quemarlas a todas dentro activando las bombas incendiarias.
Asuntos macabros aparte, huelga decir que mientras que en español la palabra mujer puede significar tanto «persona de sexo femenino» como «esposa», en inglés esta ambigüedad no existe gracias a la distinción entre woman y wife. Alternativamente también tenemos formas más respetuosas como lady, que en español se podría traducir como señora refiriéndose como mujer casada. En contraste, tendríamos señorita (¿young lady?) para la mujer soltera. Esto provoca que muchas féminas se ofendan cuando las tratan de señoras porque para muchas es síntoma de que están abandonando la juventud. Y es que el término señora, a pesar del respeto del que se reviste, está inclinándose a significar «mujer de cierta edad». Si no me creéis, echad un vistazo al facebook con la cantidad de grupos de señoras que existen en las que se ridiculizan a las mujeres de edad avanzada por sus tics y costumbres. Por ejemplo, señoras que se ponen una bolsa de plástico en la cabeza cuando llueve, señoras que se guardan el monedero en el sujetador, señoras que van conversando y se paran en seco para dramatizar, señoras que se dan codazos porque están saliendo por la tele,…

Llorenç Garcia

La profesionalidad no tiene precio

El extraño origen de la palabra "cursi"

agosto 1, 2011 § Deja un comentario

Designamos como cursi a todo aquello que es excesivamente refinado hasta llegar a aparentar demasiado afectado o artificioso. Con cursi podemos referirnos a una manera de vestir, una manera de hablar que peca de pedantería o cualquier gesto que quiere aparentar elegancia pero que sólo resulta ridículo. El origen de esta palabra permanece en el misterio si bien la teoría más popular se remonta a cierto modisto gaditano conocido como Sicur que se caracterizaba por un estilo demasiado pretencioso en sus creaciones (no muy alejado de la de ciertos diseñadores de la actualidad, por cierto). Según esta teoría llegó una extraña moda que hizo cambiar el orden de las sílabas y acabó bautizando con el apellido de este modisto a su actitud afectada (Sicur-cursi) y así parece haber llegado.
En inglés, la traducción más aproximada a este término quizás sea la de twee (con sinónimos como affected, pretentious,…) Se dice, en cambio, que este término probablemente nació del lenguaje infantil, de la manera que tienen los niños de pronunciar sweet (dulce). De esa forma, cuando la dulzura se hacía empalagosa o forzada (ultrapasando lo ñoño), acaba convergiendo con el significado de nuestro cursi.

Llorenç Garcia


A vueltas con el cuerpo

julio 27, 2011 § 3 comentarios

Ya comentamos hace tiempo que a la hora de crear expresiones, el idioma necesita de referencias comunes entre todos los humanos para que nos resulte más fácil el entendimiento. Lo que no deja de ser curioso son las divergencias existentes entre un idioma y otro. Hay algunas que son evidentemente comunes, pero otras recurren a diferentes partes para llegar a lo mismo. El inglés y el español nos puede proveer de algunos ejemplos interesantes.
Existen dichos que son iguales. Por ejemplo, decimos en español hacer la vista gorda cuando fingimos no haber visto algo que sí que tenemos constancia. En inglés dicen to turn a blin eye. Cuando alguien nos traiciona jugando con nuestra ausencia, decimos clavarla por la espalda y en inglés es to stab someone in the back. Al querer atraer la suerte o mantener alejada una amenaza cruzamos los dedos y los anglos keep their fingers crossed.
Pero algunas vienen a ser muy distintas y juegan con partes del cuerpo diferentes. En español decimos que cuando alguien nos engaña con mañas muy arteras decimos que nos toma el pelo, pero en cambio en inglés se puede decir to twist somebody’s arm (retorcerle el brazo).

Llorenç Garcia

Un poco más de nosotros

El machismo el la lengua

julio 18, 2011 § Deja un comentario

Análisis del machismo en castellano 

machismo traduccion Una de las polémicas que surgen a veces entre los lingüístas es sobre el supuesto machismo en la lengua. En español se distingüe entre el género masculino y femenino, lo cual no presenta ningún problema en singular . Ahora bien, en plural las cosas cambian porque en la lengua sólo se puede utilizar el femenino sólo si todos los elementos son femeninos. Con sólo que se introduzca un elemento masculino entre un grupo de elementos femeninos, el plural se masculiniza automáticamente. Y es que tradicionalmente en el mundo de la gramática, el masculino es una etiqueta que señala masculino o neutro, mientras que el femenino se especializa en los significados de su género. Si digo «Los estudiantes ya han llegado», según el contexto se puede referir a estudiantes varones o a chicos y chicas estudiantes, o sea un grupo mezclado. Pero si digo «Las estudiantes han llegado» tengo la certeza de que todos son únicamente de sexo femenino. Por presión feminista, en el lenguaje escrito y político se han desarrollado fórmulas para intentar compensar la inclinación hacia el masculino que tiene el castellano. Ahora ya a nadie le sorprende leer o escuchar «Ciudadanos y ciudadanas», o «Estimados/-as señores/-as». La exageración llegó a tal término, que cierta ministra soltó una vez su famoso «miembros y miembras», lo que provocó las burlas del periodismo y de cierta opinión pública. Con la llegada de la era moderna, ha surgido una solución muy moderna, o sea utilizar el signo de la arroba (@). Por eso ya resulta común, cuando no se sabe el género o no importa, ver escrito carteles como:»Buscamos compañer@ de piso». Seguiremos hablando de este tema del que durante años se han escrito ríos de tinta.

«Traducir», un término con pasado y futuro

julio 8, 2011 § Deja un comentario

traductor ingles pasado futuro traducitEl término tal como llega al castellano viene del latín «traducere», que es un compuesto de «trans-«, que a su vez significa «de un lado a otro» (véase transmisión, transportar, transigente, transiberiano, traspasar, retrasar,…) y «ducere», cuyo significado es «guiar» (conducir, seducir,…). Así que el significado original era el de guiar de un lado a otro ya que ésta es la misión del traductor: servir de puente de un idioma a otro.

Conviene resaltar que, asimismo, en latín nacieron muchos términos a partir de «ducere». Como por ejemplo «dux» que era el comandante de las tropas militares en la Antigua Roma (por eso a Mussolini se le aclamaba como el «duce») y, más tarde, llegó al castellano transformado en «duque» (título nobiliario que como tal designa a la persona con algún ilustre ancestro militar).

Aun así, intrépidos viajeros de la paleontología lingüística, si queréis todavía excavar en un origen más lejano del término tendremos que remontarnos a una lengua oscura y lejana llamada indoeuropea. El indoeuropeo es una gran lengua madre, como la matriarca de casi todos los idiomas de Europa (descontando lenguas aun más misteriosas como el vasco) y nacida al parecer en la India. Esta lengua es como una gran matriarca de la que salieron todas las lenguas latinas, germánicas, eslavas y otros grupos lingüísticos de Oriente Medio. El problema de todos estos idiomas extinguidos milenios ha es que sólo se ha podido hacer una reconstrucción a partir de todos los idiomas descendientes y de algún hallazgo arqueológico casual.

Pero a lo que nos atañe, nuestro «ducere» latino proviene de la raíz indoeuropea *deuk-«, que significa «guiar». Casi, casi igual que en lenguas como en los derivados castellanos «-ducir», o catalanes («-duir»). Pero a veces en esta excursión por el tiempo la fisonomía del término puede trasfigurarse hasta ser casi imposible reconocerlo. Un ejemplo de esto es el alemán, donde utilizan el verbo «ziehen», que significa tirar. Y este vocablo nació del protogermánico *teu-ha » y que a su vez proviene del mencionado término indoeuropeo *deuk-«. Interesante, ¿verdad?

No muy lejos del significado original se encuentra el equivalente inglés «to translate», que también viene del latín. Más concretamente del participio «translatus» (de «trans-» y «latus», lado), que significa pasar de un lado a otro o, sencillamente, trasladar. Con un significado prácticamente igual al del inglés.

En conclusión, tanto el castellano como el inglés evidencian esta proverbial concepción de la traducción como puente entre diferentes idiomas. Como el elemento que ayuda a establecer lazos entre diferentes culturas y a facilitar el entendimiento mutuo. En este siglo XXI, en el que la globalización avanza a pasos agigantados (sin que por ello se puedan evitar algunas fricciones culturales), el papel del traductor adquiere un papel fundamental en medio de esta coyuntura histórica que exigirá grandes dosis de comprensión y tolerancia.

¿Latino o no latino? That is the question.

May 18, 2011 § 2 comentarios

Vamos a hacer un pequeño recorrido histórico por el término latino. Veremos cómo nació, se desarrolló, se moldeó y en la encrucijada semántica en la que se encuentra actualmente. Un viaje apasionante, sin lugar a dudas.

La palabra nació como un gentilicio como persona o objeto procedente de la región del Lacio. Ahí es donde se gestó la lengua latina, que más tarde sería la oficial de todo un imperio y madre las actuales lenguas romances (procedentes del Imperio Romano): castellano, catalán, italiano, rumano, francés, occitano, sardo, etc.

Esa lengua dejó de ser propia del Lacio (igual que hoy el castellano no es propia sólo de Castilla o el inglés propia únicamente de Inglaterra) y su significado evolucionó a las culturas y pueblos que hablan latín o una de sus lenguas derivadas. Así pues, un español, un francés o un rumano serían pueblos rumanos y todas las ex colonias en donde han dejado el idioma como legado cultural.

Posteriormente, en el continente americano se produjo una especie de escisión cultural entre el norte y el sur. El norte (de mayoría de habla inglesa) se conocía popularmente como anglosajón (de habla inglesa), mientras que el sur se conocería como Iberoamérica (ex colonizados por los países de la península ibérica -España y Portugal).

Con el tiempo, aunque el vocabo Iberoamérica persiste, se ha ido sustituyendo por el de Latinoamérica o América Latina, acuñado originalmente por los franceses y de éxito internacional hoy indiscutible. Con ello, los estadounidenses empezaron a designar con el término Latin a los latinoamericanos. Y sobre todo en ese país tiene un fuerte matiz racial en contraposición con la población de piel más clarita. De tal forma, que ser español o portugués puede significar ser latino o no, más dependiendo del tono de piel que tenga el individuo ibérica. Si es blanquito, sólo se le suele considerar europeo.

Este concepto norteamericano está contaminando también el uso que de latino se hace en países de Iberoamérica. Para gran parte de ellos, un español no es un latino a pesar de lo incongruente que resulta. Fueron los españoles los que los ha convertido en latinos y a ellos les deben que lo sean.

Extraño, ¿verdad? Por eso, el término latino ahora está en una encrucijada.

Llorenç Garcia

Culminación

May 16, 2011 § 1 comentario

En español solemos decir que cuando un proceso llega a su fase más alta o intensa, podemos decir que se encuentra en su punto álgido, en el clímax o en el culmen o punto culminante, en su apogeo, etc.
En inglés, existe el falso amigo to culminate, que significa llegar al final de algo después de haberse completado el proceso, un poco como sinónimo de concluir: Their many years of research have finally culminated in a cure for the disease.
Por desgracia, este significado de to culminate ha contaminado a nuestro culminar a través del fenómeno de los falsos amigos. Ya es normal escuchar en la tele o leer en el periódico frases como: El rey culminó su visita al Brasil visitando los favelas más desvaforecidas de Río de Janeiro. Aparte de que la noticia es de lo más irreal, un español casto escribiría más bien: El rey finalizó/concluyó/terminó su visita al Brasil,…
Y aquí concluye el artículo de hoy (no culmina).

Llorenç Garcia

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